Hay pocos momentos en la vida en los que nos tomamos tiempo para reflexionar; entre miles de cosas de nuestro día a día.
El domingo, fue uno de esos días. Una de mis amigas, quien por cierto hoy está cumpleaños, tuvo la iniciativa que nos inscribiéramos en la Carrera Avon, para apoyar la lucha contra el cáncer de seno (Gracias por eso, Ana); debo confesar que ha sido una de esas experiencias inolvidables y que te llenan tanto.
Ese gusto de ver una marea rosada que cubrió las calles de Las Mercedes, Chuao y Bello Monte. Los mensajes escritos en cada rostro, en cada corazón y en cada franela; la de una embarazada, decía: «Mi mamá sobrevivió y yo voy a nacer», «Corro por mi hermana que es una sobreviviente», son cosas que como dice mi gran amiga, que «te hacen ver la vida con otro cristal».
La estadística es una de cada ocho mujeres y uno de cada doce es un hombre. Tengamos el valor para autoexaminarnos, para hacernos el eco mamario y la mamografía cuando tengamos la edad. Instruyámonos y seamos una voz para quienes lo desconocen.
Salvemos vidas.
Gracias a AVON por la experiencia; a mis mejores amigas; a mi esposo por vestirse de rosado como tantos, sin miedo; a Maickel Melamed por motivarnos a seguir; a Lau Solórzano, Guillermo y Huguito y a todos aquellos que apoyan la causa.