Aquí te voy a seguir contando -solo un poco- lo que pasó en Las Vegas.

Para recuperarme de los dos primeros días de caminar, caminar y caminar, las vitamin water se volvieron mis mejores amigas. Aunque muchos prefieren el red bull (y otras sustancias, claro está). Hay máquinas dispensadoras de bebidas energéticas por todos lados, como les conté, el ritmo de esta ciudad necesita ayudantes.

Para seguir con nuestros días de locura, fuimos en taxi hasta el Mandala Bay, que era el que nos quedaba más lejos y que tiene una piscina con olas que provoca estar ahí por horas. Aquí sí vimos mujeres en traje de baño y tacones, como en las películas. Además de ser espectacular el hotel, tiene un Shark Reef (http://www.sharkreef.com/), donde puedes tocar distintos tipos de rayas y ver un inmenso estanque con varias especies de tiburón.

Luego de la visita al Shark Reef, teníamos que recargar las energías again, y como les conté en el otro post, aquí debe estar prohibido andar sobrio, porque te venden estos vasos gigantes por muy pocos dólares. Y puedes tomar daiquiris, piñas coladas y cualquier-cosa-colada por el medio de la calle.

Pasamos por el hotel Luxor, que si bien no es de los más nuevos, me recuerda al video de Dark Horse de Katy Perry. Vi que tiene un show de los Jabbawockeez -¿se acuerdan?- y el show de Cirque du Soleil de Chris Angel, aunque este último no me lo recomendaron porque es muy artístico y poco mágico. Así que este hotel se lo pueden saltar, excepto si son fans del Titanic, porque tiene una muestra del mismo y una mini tienda para comprar souvenirs.

Luego pasamos por el Excalibur, que este tiene un casino gigantesco donde mi familia estuvo por horas. Así que puedo deducir que es bueno -jajajaja-. Del hotel en sí no puedo decir mucho, porque después de la cosa-colada, solo recuerdo una tanda de papas fritas en Johnny Rockets.

Después del Excalibur, yo quería ir al New York, pero nos perdimos y llegamos al MGM Grand, donde les puedo dar fe que es uno de los hoteles más lujosos y espectaculares de Las Vegas. Nos perdimos en el casino y dimos como cuatro vueltas dentro del mismo. Se habían celebrado los Grammys-Emmys-Oscars-alguna cosa famosa en esa semana anterior y aún quedaron vestigios del lujo por todos lados. Este casino es HERMOSO y estoy segura que deben tener otras mesas escondidas para los famosos. Acá la oferta era para ir al pool party, donde se presentaba AVICII justo ese fin de semana -el día que me regresaba a Miami – bu.

Cada hotel es del tamaño de un mall -en Caracas como el Sambil y en Santiago como el Costanera- así que lo que se necesitan son unos buenos zapatos con los que puedas hacer los paseos, o rentar un auto si prefieres; solo que hay tráfico durante el día y el guaguancó está en las calles.

Quería ir al NYNY y sabía que en este viaje era lo más cerca que estaría de Manhattan -jajaja-. La verdad la estructura del hotel es impresionante, porque trataron de resumir a Nueva York en espacio limitado. Tiene una montaña rusa que se llama Big Apple y el casino tiene decoración de la Fifth Avenue.

Luego, seguimos disfrutando las calles de Las Vegas, entramos a la tienda Coca-Cola de 3 pisos y a la de M&M’s de al menos 4 pisos con mucho chocolate y accesorios por todos lados… Agotadísimos, nos cambiamos y fuimos a cenar a París.

París lo tiene todo, además de los recuerdos evidentes de los que soy parte con solo decir su nombre. Incluyendo la Torre Eiffel, el casino tiene mujeres bailando con atuendos del cancán típico del Moulin Rouge. Hicimos la reserva en el Mon Ami Gabi, desde donde se puede observar el espectáculo de las fuentes del Bellagio. Fue mágico. La comida estuvo excelente y tienen una carta de vinos desde lo más simple al más excéntrico. Un lugar que sin duda evoca el puro sentimiento europeo.

No quiero dejar de mencionar nuestro paso por The Mirage, que tiene un show diario a las 20:00 de la explosión de un volcán….  y el Ceasars Palace, que tiene una decoración que me dejó atónita.

A pesar de la cara de cansancio, me encantó la ciudad y las flores y el mood que representa. Valió la pena el esfuerzo que implicó recorrer la gran mayoría de los hoteles, pero siendo honesta, nos faltó tiempo; me hubiera gustado completar la semana en mi viaje a Las Vegas. Volveré, en unos 5 años ojalá, lista para seguir disfrutando de esta ciudad de locura.

Les dejo un video que resume mis 4 días en Las Vegas y espero que puedan disfrutarlo tanto como yo lo hice.

No te pierdas la primera parte del viaje en: Las Vegas Part I

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Nos seguimos leyendo,

Lelo Quevedo

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