Cuando me invitaron a una iniciativa de levantarme temprano y hacer ejercicios, no estaba segura que lo lograría. De hecho, ni siquiera tenía el valor de postearlo todo, porque pensé que fallaría. Aquí les cuento mi relato porque pasé por miles de emociones entre medio y al final, gané. Y esa es la idea.

#Día1 – Desafío asumido! Mi cara de sueño al despertarme el día uno la pueden ver en la foto, bastante hinchada y con unas ojeras muy marcadas. Confieso me mareé cuando volví a casa, me sentí mal por el ejercicio a pesar que había comido una fruta antes, no estaba segura que fuera suficiente el tiempo que me tomaba entre digerir y hacer ejercicio.

#Día2 – Mareos post ejercicio. Mientras el cuerpo se adapta, espero que sean normales.

#Día3 – Tomando vuelo. Hoy puse la alarma más temprano para darle tiempo al cuerpo de adaptarse al ambiente y comer una fruta antes del ejercicio. A las 6 ya estaba en el gym y viendo las noticias. A pesar de lo mal que dormí anoche, hoy me siento con más energía (quizás porque es viernes!). Recién de vuelta a casa hoy ya no me mareé como el día 1 y 2.

‪#Día4 – Los fines de semana. – Cuando empece este desafío, no pensé mucho en los fines de semana. Como trabajadora independiente, tengo mucho tiempo sin distinguir entre la semana y el fin de semana. Así que me levante a las 5:30, y antes de las 6 ya estaba en el gimnasio. Lo único malo es que no había noticias y Dora la exploradora es como rara.

#Día5: Dudas. Después de mi sábado magnífico, seguí haciendo ejercicio con mil cosas pendientes en casa (lavar alfombra, baños, salir con mi perro, arreglar cosas en general) y terminé muy muy agotada. Me desperté a las 4 am hoy y me debatí entre bajar o no bajar a esa hora al gym, había un carrete abajo e igual no podía dormir. Me quedé rendida y se me pasó la alarma hasta las 8. Me levanté e hice mil cosas de nuevo pero no bajé al gym hasta la noche, para continuar con el hábito. Tuve que consultar qué pasaba en este caso, pero de todas formas bajé. No me rendí, no lo puse como excusa, a pesar de las dudas. Y la bici se rió conmigo.

‪#Día6 – YES, we did it again! A las 6 en el gimnasio. Una hora de ejercicio. Hoy estaba un poco en modo automático pero lo logré.

#Día7 – Sin alarma. Hoy desperté sola y sin alarma y aparte con ánimo.

#Día8 – Primer trote – Mi alarma se desactivó y hoy no ocurrió el milagro de ayer de levantarme sola. Pero igual a las 7:50 bajé e hice una hora de cardio, para mí es importante el progreso de pasos cortos porque tengo 3 lesiones no leves en la columna y hoy pude trotar 5 minutos por primera vez sin detenerme o cansarme. De verdad me siento feliz con mi cuerpo y sobretodo de mente.

#Día9 – Nuevas rutinas. Los primeros días solo hice cardio, pero gracias a mi partner in crime, hoy fue un día diferente e hicimos cardio + circuito. Me dolía todo, hasta músculos que no creía haber ejercitado nunca jaja. Decidimos hacerlo día de por medio.

#Día10 – Cansancio. Me costó un mundo levantarme e igual lo hice. Ayer fui a una clase de pan y llegué tarde y MUY cansada, preferí hacer cardio con resistencia por lo lenta que me sentía, pero al menos aprendí a hacer pan. Ojalá mañana me sienta más enérgica. Jaja.

#Día11 – Relax de sábado – Cardio + circuito – y fuimos a comer empanadas venezolanas. El gym y el ñam. Igual el ejercicio estuvo muy bueno porque ya no me duelen tanto las flexiones y de verdad me motiva bajar así sea sábado.

Sin miedo tomé este pantalón que no me quedaba desde el año pasado y me sorprendí de ver cómo me quedaba. Lo externo me hizo sentir un poco más saludable y la mente, una vez más, cada día mejor.

Gracias a quiénes me han dado sus palabras de apoyo, a quién estuvo ahí para motivarme. Gracias especiales a Alejandro, Suyim, Matías y Daniel de La Duck Life y el grupo de Desafío21días porque el apoyo es crucial en estos momentos. No estamos solos.