Un mapa que está lleno de recuerdos, de cada rincón visitado, de cada antítesis de realidad que me he detenido a observar.

Hay un lado oscuro del Planeta, donde muchas personas son vetadas, donde han vetado sus sueños, sus anhelos, sus intereses, donde su cuerpo no les pertenece, donde es limitado el poder de decidir el cuándo, el cómo y el porqué. Aunque existe un lado más oscuro, donde son las personas quienes se limitan a ellos mismos con sus pensamientos.

En cada realidad del planeta, hay un trasfondo común: los miedos y las inseguridades, la falta de amor en conjunto, pero sobretodo la falta de amor hacia cada uno por los prejuicios de la sociedad. Cada minuto que pasa uno de nosotros alrededor del mundo pierde cosas físicas y morales: pierdes un pantalón, una camisa, un vestido, todo porque no se acomoda a lo que el estándar de aceptación dice. Pero hay otros que pierden mucho más por la misma causa… Quizás kilos, quizás lágrimas, quizás la vida. 

En cada viaje que he hecho, he conocido personas donde sus ornamentos de belleza estética son las responsables de su admiración, personas llenas de accesorios que tienen un vacío y una relación casi inexistente consigo misma. He conocido personas que iluminan a su entorno en cada paso que dan, aunque haya un desequilibrio con lo que muestra. La relación es compleja, pero no es una competencia.

Pero he aprendido de ambas, he aprendido a descubrir que si las personas fuéramos una red de cables, me llena encontrar la energía que las mueve, aunque no pueda verla. La energía de transformación que sin duda alguna es un proceso que no es sólo externo, porque no sirve de nada pintar un cascarón sino tiene perlas, si están vacías.

El verdadero reto está en conocernos lo suficientemente para aceptarnos, mejorarnos y cambiar. El verdadero poder está en nosotros mismos, en nuestro poder de decisión y de no limitarnos con nuestros pensamientos.

Hoy tengo el poder de la palabra, tengo el poder decidir lo que quiero, tengo el poder de alejar los daños y de dejar los miedos de lado, hoy tengo el poder de ser yo misma, de amarme, de mostrarme cómo soy de mostrar cuánto me quiero no para lucir en competencia con las demás, no para lucir una prenda u otra, si no para que se vea a través de mi piel qué somos capaces derribar miedos y prejuicios y que somos capaces de superar todo lo que nos limita.

Que hoy no pierdas nada, que hoy ganes todo, que querer(te) llene tu piel de brillo, que tu aceptación la puedas reflejar en otros, que no haya más miedos, que no pierdas lágrimas ni más allá.

Ama(te) sin luz y sin filtro, sin maquillaje ni prejuicios, como se ama de verdad.

Tu tienes el poder.

Lee los capítulos anteriores:

Capítulo 2: https://leloquevedo.com/2017/01/22/memoriasdeunablogger-capitulo-2/

 Capítulo 1: https://leloquevedo.com/2017/01/19/memoriasdeunablogger-capitulo-1/