Aún no me recupero psicológicamente de mi viaje a Las Vegas, creo que lo vi todo; es como lo ponen en las películas. O va más allá. Si Nueva York es –the city that doesn’t sleep– es porque no han llegado a Las Vegas. Volamos desde Miami al McCarran International Airport, unas 5 horas de vuelo que parecían eternas y con un American Airlines que decidió sacar todo tipo de snacks de cortesía de su oferta. Cuando llegamos por la puerta 8, lo primero que ves son tragamonedas everywhere… y ¿en qué otro lugar es posible?
WELCOME TO LAS VEGAS!
En el aeropuerto puedes comprar cualquier tipo de bebida, la oferta es infinita y está permitido beber en la calle, en el taxi, en el casino, en limosina… ¡en dónde quieras! Yo creo que debe estar prohibido estar sobrio. Si usted estaba en la búsqueda de excesos, llegó al lugar correcto. After all, what happens in Vegas…
Saliendo del aeropuerto, tomamos una limosina -las tomas al salir del aeropuerto-, con música, climatizador y hielo para que lo aderezaras con tu bebida preferida. Usé una falda de jean y una camiseta, porque el calor apremiaba y sobretodo después de salir del sur en pleno otoño: no olvidé mi Michael Kors favorita y mis botas de Steve Madden, que han sido -so far- una de las mejores que he tenido. Sí, botas con falda: muy típico de estos lares.
Aún tengo viva la sensación de haber visto todos los hoteles inmensos, las capillas, limosinas en todas las calles, fiesta, carrete, party everywhere. Cada hotel además del casino, oferta gastronómica, clubs, piscinas, capillas para casarte, etc.. tiene una atracción que actúa como elemento diferenciador. Si hay algo que saben hacer bien en Las Vegas, es marketing.
Una vez dejamos las maletas, corrimos al Bellagio, que es inmenso, impresionante, mágico. Además del inmenso casino, tiene un jardín interior como estar viendo cualquier desfile de las rosas del 1ero de enero; y un anfiteatro donde se presenta el mejor show del Cirque du Soleil «O». Si tienen la oportunidad de ir, no se la pierdan, porque es un show hecho en un escenario de agua y donde cada uno de los cirquenses está certificado de buzo profesional. Creo que será muy difícil de superar.
Algo característico del Bellagio, es el show de las fuentes que se ve desde la calle principal de los hoteles -casi desde cualquier lugar – El show es todos los días entre 8:00 p.m. a 12:00 a.m. cada 15 minutos. En el video que les dejo al final de la segunda parte del viaje, se ve un abreboca.
Si hay algo que nos gusta a las mujeres, es ir de tiendas. En Las Vegas, las grandes firmas de diseñador, están en los hoteles… y mientras los hombres están jugando blackjack, esto es una excelente opción para nosotras. Un paraíso: Dior, Chanel, Bottega Veneta, Fendi, Giorgio Armani, Gucci, Hermès, Louis Vuitton, Prada, Tiffany... y pare de contar.
Este sistema está hecho para que lo que ganes en el casino, lo gastes en el hotel. Genios. Recuerden, el marketing.
Seguimos nuestro paseo al Cosmopolitan, en donde puedes alojarte con tu mascota. La piscina y la zona de juegos para mascotas, está en el último piso. El Cosmopolitan tiene una iluminación que me encantó, sino se enfocan en eso, no vayan -jaja-. Además, tiene un casino trend y una zona de apuestas.
De ahí, caminamos hasta el Aria, porque yo quería ir gracias a la película Last Vegas, que fue filmada casi en su totalidad en este hotel.
Aquí, paramos un rato para tomarnos algo por el calor del desierto. Su oferta de cocktails es exquisita y nos atendió un señor que era idéntico a Oscar De León, por supuesto me acordé de mi país y su gente.
El Aria es un hotel espectacular, aunque para mí, está enfocado en gente adulta, debido a la gama de colores con los que trabajaron el mobiliario. Si bien es lujoso en toda su extensión, no había la cantidad de gente que vimos en el Bellagio o en las calles en general. Así que es, definitivamente para otro target, tal como lo demuestra la película.
Algo que me encantó del casino del Aria, es que tiene una tienda gigante con macarrones y la clásica pâtisserie francesa (cualquiera que me conoce, sabe que son mi debilidad).
Por este día llegamos finalmente al MonteCarlo, que es uno de los hoteles más antiguos, pero el casino tiene una vibra estupenda y hay mucha gente joven. Aquí nos quedamos un rato más antes de cambiarnos y volver al casino del Bellagio, donde nos quedamos hasta pasadas las 4:00 am…
Al siguiente día, hicimos un pit stop de 6 horas en Las Vegas Premium Outlet Mall North, que si bien tiene muchas tiendas como en Miami, la variedad de los artículos es distinta. La diferencia con el Premium Outlet South es que este último es cerrado y tiene menos tiendas.
Luego, nos cambiamos y nos fuimos a recorrer The Venetian, mi favorito. Lo amé así inmenso. He recorrido muchos países, pero hasta ahora no conozco Italia, aunque si es así, podría vivir allí. Fácilmente. 
Aquí, por supuesto hicimos el paseo en góndola, que es una de las cosas más románticas para hacer. Y tienes dos maneras de hacerlo: outdoor -como la imagen anterior- o, indoor – como la imagen siguiente-.
Preferimos el paseo indoor porque era distinto y mientras paseas, el cielo va cambiando de tono.
The Venetian tiene -creo- una de las mejores propuestas gastronómica de todos los hoteles. Está lleno de heladerías, pizzerías, lugares para comer dulces, manzanas, sushi, lo que quieras. Sino quieres engordar, es mejor que ni entres, porque creo que con ver todo lo que hay, debes estar consumiendo unas 300 calorías.
Aquí pudimos comer en el TAO, que me pareció exquisito, indescriptible. El sushi y la comida asiática de este lugar es inolvidable. Desde que abrió sus puertas en 2005, se ha convertido en un must de Las Vegas.
En la noche, fuimos a TAO Night Club, un hotspot definitivamente. Hasta Kim Kardashian celebró allí su cumpleaños 33. La fila para entrar daba vueltas infinitas, pero teníamos la ventaja de haber cenado allí y te ponen un sellito que te identifica. El night club es una locura. Solo tengo flashes y recuerdos y sí, en efecto, Las Vegas es como en las películas.
Si quieres ver una muestra de este día, aquí te dejo el video.
http://instagram.com/p/oc8uczGO1P/?modal=true
Como no hay primera sin segunda, sigue leyendo el viaje aquí: Las Vegas Part II
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2 comentarios en “Viva Las Vegas: Part I”